La Teología Menfita: Ptah crea con el corazón y la lengua
Ptah, dios creador de Menfis, concibe el universo en su corazón y lo da forma con la palabra, según la Teología Menfita de la cosmogonía y mitología egipcia
MITOLOGÍA, LEYENDAS Y RELIGIONES
10/3/20253 min read


La Teología Menfita: Ptah crea con el corazón y la lengua
En el mito anterior, La separación del cielo y la tierra, Shu elevó a Nut hacia lo alto y dejó a Geb en la tierra, creando el espacio intermedio donde dioses y hombres podrían existir. El cosmos adquirió estructura, y la vida pudo desarrollarse en armonía — separacion-cielo-tierra.
Introducción: la visión menfita de la creación
Mientras Heliópolis exaltaba a Atum y Hermópolis a la Ogdóada primordial, en Menfis surgió una visión diferente y profundamente espiritual de la creación. En esta ciudad, centro político y religioso del Imperio Antiguo, los sacerdotes formularon lo que hoy conocemos como la Teología Menfita.
Aquí, la creación no se concibe como un acto físico, sino como un proceso intelectual y sagrado. No se trata de levantar montañas o separar a los dioses con la fuerza, sino de pensar y pronunciar: el universo surge del poder del corazón y de la lengua de Ptah, el gran dios creador.
Ptah, el gran creador
Ptah era el patrono de los artesanos, escultores y arquitectos, considerado el artífice divino que daba forma a todo lo que existe. No empuñaba martillos ni cinceles, sino que forjaba la realidad con el pensamiento y la palabra.
Los egipcios lo representaban como un hombre envuelto en un sudario, portador de un cetro que combinaba los símbolos de poder, vida y estabilidad. Desde Menfis, su culto alcanzó gran importancia, y su papel de creador quedó fijado en el célebre Papiro Shabaka, una inscripción que recogía esta teología sagrada.
El corazón y la lengua como instrumentos sagrados
En la mentalidad egipcia, el corazón (ib) no era solo el órgano físico, sino la sede de la conciencia, la memoria y el pensamiento. Allí se concebían las ideas, allí residía la voluntad.
La lengua, por su parte, era el instrumento capaz de exteriorizar aquello que el corazón había concebido. Era el medio por el cual lo invisible se volvía audible, y lo pensado, real.
Así, Ptah no modela el universo con las manos, sino que lo piensa en su corazón y lo pronuncia con su lengua. El verbo sagrado (hu) transforma la idea en existencia, y la creación se convierte en un acto de logos divino.
El universo concebido y pronunciado
En la Teología Menfita, todos los dioses y todos los seres fueron primero concebidos en el corazón de Ptah. Allí nacieron Ra, Atum, Shu, Tefnut, Geb, Nut, Osiris, Isis, Seth y Neftis, junto con los hombres, los animales y las tierras.
Una vez concebidos, Ptah los pronunció con su lengua, y lo que estaba en la mente se manifestó en la realidad. De esta manera, la creación no fue un accidente ni una lucha contra el caos, sino un acto consciente, intelectual y sagrado.
El pensamiento como origen de la materia
La Teología Menfita plantea una visión extraordinaria para su tiempo: la materia no surge de la violencia, sino del pensamiento. El cosmos no fue tallado como una estatua, sino imaginado y pronunciado.
Este mito convierte a Ptah en un dios filósofo y artesano a la vez: el que concibe con la mente y da forma con la palabra. Su teología anticipa conceptos que, siglos después, aparecerán en otras culturas como la noción del logos en la filosofía griega o el “Verbo” creador en tradiciones religiosas posteriores.
Influencia y simbolismo de la Teología Menfita
La doctrina menfita no fue una cosmogonía más, sino un pilar de la religión estatal en Menfis, sede del poder político del Imperio Antiguo.
El faraón, como representante de Ptah en la tierra, era también un creador: su palabra tenía fuerza de decreto, capaz de transformar la realidad. Del mismo modo que Ptah creó el cosmos con la lengua, el rey establecía el orden con su voz y sus mandatos.
La Teología Menfita ofrece, así, una visión en la que la creación no depende de la fuerza bruta ni del azar, sino de la inteligencia, la voluntad y la palabra sagrada.
A continuación
El relato continúa con Los cinco días epagómenos, cuando el calendario egipcio se amplía con días extraordinarios en los que nacen los grandes dioses: Osiris, Isis, Seth, Neftis y Horus el Viejo — dias-epagonomenos.
Para aquellos interesados en profundizar en este tema, pueden consultar nuestro chat de Inteligencia Artificial entrenado, además de algunas otras recomendaciones de lectura y recursos adicionales:
Libro: La mitología egipcia de George Hart (Alianza Editorial).
Libro: Mitos de Egipto de Geraldine Pinch. Disponible en Amazon España.
Artículo web: World History Encyclopedia – Ogdoad of Hermopolis
Artículo web: Ancient Egypt Online – Hermopolis and the Ogdoad
Documental: Egypt’s Golden Empire (PBS, 2001).
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