Historia del Monopoly: ¡Empezó como juego anticapitalista!
Descubre la increíble historia del Monopoly: de su origen como un juego anticapitalista a convertirse en el símbolo más grande del capitalismo y la avaricia
DATOS CURIOSOS
3/18/20254 min read


La historia del Monopoly: De juego anticapitalista a icono del capitalismo
Pocas personas se detienen a pensar en el origen de Monopoly cuando están peleando por una propiedad o celebrando la bancarrota de un oponente. Considerado el juego de mesa capitalista por excelencia, Monopoly se basa en la compra, venta y monopolización de propiedades hasta que un jugador se queda con todo el dinero. Sin embargo, lo que pocos saben es que sus orígenes están profundamente enraizados en la crítica al capitalismo y la desigualdad económica. Lo que comenzó como un juego educativo con un mensaje antimonopolista terminó convirtiéndose en uno de los mayores símbolos del capitalismo. Esta es la historia irónica y fascinante de Monopoly.
El nacimiento de un juego anticapitalista
En 1903, una mujer llamada Elizabeth Magie creó un juego de mesa al que llamó "The Landlord’s Game" (El Juego del Propietario). Magie era seguidora del economista Henry George, quien promovía el georgismo, una teoría económica que abogaba por un único impuesto sobre la propiedad de la tierra para reducir la desigualdad.
El propósito de "The Landlord’s Game" era demostrar los efectos destructivos de los monopolios y el capitalismo desenfrenado. En el juego, los jugadores experimentaban de primera mano cómo el acaparamiento de propiedades conducía a la ruina de los demás participantes, mientras un solo jugador terminaba dominando la partida. La intención educativa era clara: enseñar a los jugadores que el monopolio de la tierra beneficiaba solo a unos pocos y perjudicaba a la mayoría.
Magie patentó su creación en 1904, y su juego fue adoptado en círculos progresistas y universitarios como una herramienta didáctica. Con el tiempo, varias versiones caseras del juego comenzaron a circular en distintas comunidades.
De herramienta educativa a fenómeno comercial
Durante las décadas siguientes, "The Landlord’s Game" fue jugado y modificado por diferentes grupos. Uno de los jugadores que conoció el juego fue Charles Darrow, un hombre que vio en él una oportunidad de negocio. En 1935, Darrow presentó una versión del juego a la empresa Parker Brothers con un nombre distinto: Monopoly.
Parker Brothers compró los derechos de The Landlord’s Game a Elizabeth Magie por solo 500 dólares, sin que ella recibiera regalías ni reconocimiento posterior. Sin embargo, también compraron los derechos de Monopoly a Charles Darrow, quien había popularizado el juego en su versión actual. A diferencia de Magie, Darrow recibió un contrato de regalías que le permitió ganar millones de dólares, convirtiéndose en el primer creador de juegos de mesa en hacerse millonario
La consolidación de un símbolo capitalista
La llegada de Monopoly al mercado en plena Gran Depresión de los años 30 no pudo ser más irónica. En un periodo en el que millones de personas sufrían las consecuencias de la crisis económica, el juego de la especulación inmobiliaria se convirtió en un éxito rotundo. Las personas encontraban en Monopoly una forma de entretenimiento que les permitía, aunque fuera ficticiamente, enriquecerse y poseer bienes en tiempos de escasez.
Las reglas del juego fueron ajustadas para reflejar un sistema en el que la acumulación de propiedades y la eliminación de la competencia eran las claves para la victoria. De este modo, Monopoly dejó de ser un juego educativo para transformarse en una glorificación del capitalismo más agresivo.
Monopoly en la cultura popular
Desde su lanzamiento, Monopoly ha vendido más de 250 millones de copias y ha sido traducido a más de 40 idiomas. Existen cientos de versiones temáticas que van desde ediciones de ciudades hasta colaboraciones con franquicias populares como Star Wars y Game of Thrones. El juego ha dejado una huella imborrable en la cultura popular y es un referente indiscutible en el mundo del entretenimiento de mesa.
No obstante, también ha sido objeto de críticas. Muchos expertos argumentan que Monopoly refuerza valores de avaricia y desigualdad, mientras que estudios han demostrado que puede generar frustración y conflictos familiares. A pesar de esto, su popularidad no ha disminuido, y sigue siendo una opción predilecta en reuniones y fiestas.
Conclusión
La historia de Monopoly es una de las ironías más grandes en la historia de los juegos de mesa. Lo que comenzó como una advertencia contra el capitalismo terminó convirtiéndose en su más grande emblema. Su evolución desde una crítica a los monopolios hasta un juego que los glorifica es un testimonio del poder del mercado y la capacidad de las ideas de transformarse con el tiempo. Ya sea amado u odiado, Monopoly sigue siendo un reflejo de la sociedad en la que vivimos: una en la que la competencia, la especulación y el poder del dinero definen el destino de los jugadores, tanto en la mesa como en la vida real.
Para aquellos interesados en profundizar en este tema, pueden consultar nuestro chat de Inteligencia Artificial entrenado, además de algunas otras recomendaciones de lectura y recursos adicionales:
Libro: Monopoly: The World's Most Famous Game and How it Got That Way – Philip E. Orbanes (Disponible en Amazon España)
Artículo web: "La curiosda historia del Monopoly". National Geographic.
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