Explicación de las supersticiones más populares
Descubre la ciencia detrás de las supersticiones más comunes y su origen histórico. ¿Por qué seguimos creyendo en ellas? ¿De donde vienen todas estas creencias?
DATOS CURIOSOS
11/12/20246 min read


La ciencia detrás de las supersticiones más populares
A pesar de vivir en un mundo dominado por la tecnología y la ciencia, las supersticiones siguen formando parte de nuestra vida cotidiana. Desde evitar pasar por debajo de una escalera hasta tocar madera para atraer la buena suerte, muchas personas, aunque no lo admitan abiertamente, siguen practicando estos rituales sin cuestionar su lógica. Pero, ¿de dónde provienen estas creencias? ¿Por qué siguen tan arraigadas incluso en la era moderna? En este artículo, exploraremos el origen histórico de algunas de las supersticiones más conocidas y analizaremos qué dice la ciencia al respecto.
Las supersticiones han existido desde tiempos inmemoriales. En la antigüedad, cuando los fenómenos naturales no se podían explicar, los seres humanos desarrollaron creencias y rituales para intentar controlar lo que no comprendían. Por ejemplo, los egipcios creían que los eclipses solares eran una señal de ira divina y realizaban ceremonias para apaciguar a los dioses.
Las supersticiones ofrecían una sensación de control en un mundo impredecible, ayudando a las personas a sentirse más seguras. Aunque hoy en día entendemos mucho más sobre el mundo que nos rodea, las supersticiones siguen vigentes, lo que nos lleva a preguntarnos si estas creencias satisfacen necesidades psicológicas más profundas.
Supersticiones populares y su trasfondo histórico y científico
Gatos negros y la mala suerte
La creencia de que los gatos negros traen mala suerte tiene sus raíces en la Edad Media. Durante este periodo, los gatos, especialmente los de color negro, fueron asociados con la brujería. Se creía que las brujas podían transformarse en gatos para espiar a sus enemigos. Esta superstición cobró fuerza con la Inquisición, y la caza de brujas llevó a la persecución y muerte de miles de felinos.
La ciencia hoy en día nos dice que esta creencia es puramente cultural. Pese a esto, los gatos negros son adoptados con menos frecuencia en refugios debido a esta percepción negativa.
Romper un espejo trae 7 años de mala suerte
El origen de esta superstición se remonta a la Antigua Roma, donde los espejos no solo reflejaban la imagen física, sino también el alma de la persona. Romper un espejo significaba romper el alma, lo que se interpretaba como un mal presagio que duraría siete años, el tiempo que los romanos creían que tomaba al alma regenerarse.
Desde un punto de vista psicológico, los espejos siempre han tenido un aura mística debido a su capacidad para reflejar la realidad. Algunos estudios sugieren que la aversión a los espejos rotos podría estar relacionada con el miedo a enfrentarse a una imagen distorsionada de uno mismo.
Pasar por debajo de una escalera
¿Por qué evitar pasar por debajo de una escalera apoyada en la pared? La respuesta tiene que ver con la simbología religiosa. En el cristianismo, una escalera apoyada forma un triángulo, que representa la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Romper ese triángulo era considerado un acto blasfemo que traería mala suerte.
Desde una perspectiva más práctica, pasar por debajo de una escalera también puede ser simplemente una cuestión de seguridad: nadie quiere que le caiga una herramienta en la cabeza.
El número 13: La triscaidecafobia
El miedo al número 13 tiene un origen multifacético. La creencia se popularizó en parte debido a la Última Cena, donde Judas, el traidor, fue el decimotercer invitado. Además, el viernes 13 está asociado con la caída de los Caballeros Templarios, quienes fueron arrestados y ejecutados ese día en 1307.
Esta superstición es tan fuerte que muchos edificios no tienen un piso 13 y algunas aerolíneas evitan la fila 13 en sus aviones.
Derramar sal y su asociación con la traición
En la antigüedad, la sal era un recurso muy valioso, tanto que se utilizaba como moneda. Derramar sal se interpretaba como un mal presagio de pérdidas económicas. Además, en la pintura "La Última Cena" de Leonardo da Vinci, se muestra a Judas derramando sal, reforzando su asociación con la traición.
Hoy en día, esta superstición ha evolucionado y en algunos lugares sobrevive como un gesto algo distinto: arrojar sal sobre el hombro izquierdo para alejar el mal.
Tocar madera para atraer la buena suerte
Esta costumbre tiene sus raíces en las antiguas culturas celtas, que creían que los árboles albergaban espíritus protectores. Al tocar la madera, buscaban la protección de esos espíritus. Aunque hoy en día no creemos en espíritus que habitan en los árboles, la acción de tocar madera sigue siendo un ritual que muchas personas realizan de forma casi automática para "protegerse" de la mala suerte.
Tirar una moneda en una fuente para pedir un deseo
Esta costumbre tiene su origen en la época romana, cuando se creía que las fuentes de agua estaban habitadas por dioses y espíritus. Ofrecer una moneda era una forma de apaciguar a estos seres para asegurar buena suerte. A día de hoy, lanzar una moneda se ha convertido en un ritual de buena fortuna y la posibilidad de pedir un deseo, especialmente en lugares turísticos, como la famosa Fontana di Trevi en Roma.
Cruzarse con un coche fúnebre trae mala suerte
Esta superstición tiene raíces en la idea de que la muerte puede "contagiarse". En la Edad Media, se creía que el alma de una persona fallecida podía atraer a otras, y ver un coche fúnebre era una señal de que la muerte rondaba cerca. A día de hoy, algunas personas se tocan un botón o un amuleto al cruzarse con un coche fúnebre para protegerse de la mala suerte.
El canto del búho como presagio de muerte
En muchas culturas, especialmente en Europa medieval, el canto de un búho se consideraba un mal augurio, señal de que alguien iba a morir pronto. Los búhos eran vistos como mensajeros de la muerte. Esta superstición puede haber surgido porque los búhos son nocturnos y su canto lúgubre se escuchaba en momentos de oscuridad, lo que podía resultar perturbador para la gente en el pasado.
Las tijeras abiertas traen mala suerte
En la antigüedad, se creía que las tijeras tenían poderes místicos y podían cortar más que solo materiales; podían cortar la suerte. Dejar unas tijeras abiertas era visto como un mal augurio que atraía desgracias. En algunas culturas, si se dejan tijeras abiertas, se recomienda cerrarlas y golpear tres veces en la mesa para "romper" el mal presagio.
No brindar con agua
En la antigua Grecia, brindar con agua era un signo de desprecio hacia los difuntos, ya que se creía que los muertos solo bebían agua en el inframundo. Aunque no tiene base científica, muchas personas creen que brindar con agua puede atraer la mala suerte o ser de mala educación.
Silbar en interiores trae mala suerte
En Rusia, esta superstición está relacionada con la creencia de que silbar en interiores espanta a los espíritus protectores y puede traer pobreza. En Japón, se cree que silbar por la noche atrae a serpientes y fantasmas. Lo más probable es que esta creencia se haya originado como una forma de mantener la tranquilidad en el hogar y evitar molestias a los demás.
No regalar cuchillos o tijeras
Esta superstición proviene de la creencia de que regalar objetos afilados puede "cortar" la amistad o relación entre las personas. Si se regalan tijeras o cuchillos, algunas personas recomiendan que el receptor pague una pequeña cantidad simbólica para "anular" el mal presagio.
Caminar por encima de una tumba trae mala suerte
En muchas culturas, se considera una falta de respeto caminar sobre una tumba, ya que podría "despertar" al difunto y atraer desgracias. Esta superstición surgió por respeto a los muertos y la creencia de que perturbar su descanso traería consecuencias negativas.
La psicología detrás de las supersticiones
Las supersticiones funcionan como una forma de reforzamiento positivo. Si alguien evita pasar por debajo de una escalera y luego tiene un buen día, su mente tiende a asociar ambas cosas. Esto refuerza la creencia, creando un ciclo en el que las supersticiones se perpetúan. Además, los estudios psicológicos indican que las supersticiones pueden proporcionar una sensación de control en situaciones inciertas, lo que ayuda a reducir la ansiedad.
Aunque muchas supersticiones parecen irracionales, pueden tener un efecto positivo en la mente. Por ejemplo, los deportistas suelen seguir rituales antes de una competición para calmar sus nervios y aumentar su confianza. Estos rituales actúan como amuletos psicológicos, proporcionando una sensación de seguridad.
Para aquellos interesados en profundizar en este tema, pueden consultar nuestro chat de Inteligencia Artificial entrenado, además de algunas otras recomendaciones de lectura y recursos adicionales:
Libro: Superstition: Belief in the Age of Science de Robert L. Park.
Documental: Why Do We Believe in Superstitions? (disponible en YouTube).
Artículo web: “The Science Behind Superstitions” - Psychology Today.
Artículo web: “Superstitions Around the World” - BBC.
Libro: The Book of Superstitions de David Pickering (disponible en Amazon España).
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