El Gran Incendio de Londres, cómo cambió la ciudad
Descubre cómo en 1666 un pequeño fuego en una panadería transformó la que ahora es una de las ciudades más importante. ¡Sumérgete en la historia del Gran Incendio de Londres!
HISTORIA
6/2/20244 min read


El Gran Incendio de Londres: ¿Cómo un pequeño fuego cambió una ciudad?
En septiembre de 1666, una chispa en una panadería de Londres se convirtió en un voraz incendio que consumió gran parte de la ciudad. Este evento, conocido como el Gran Incendio de Londres, es uno de los momentos más significativos en la historia de la ciudad. Pero, ¿cómo pudo un pequeño fuego en una panadería cambiar el curso de la historia de una ciudad tan grande? Prepárate para un viaje a través del tiempo que te llevará al corazón de una Londres en llamas.
1. Antecedentes
Para entender cómo un pequeño fuego pudo tener un impacto tan devastador, debemos retroceder en el tiempo hasta Londres en 1666. Imagina una ciudad con calles estrechas y sinuosas, llenas de casas de madera apiladas unas encima de otras. Las chispas de las chimeneas volaban libremente, y la falta de un sistema de agua eficiente significaba que cualquier incendio que se iniciara tenía el potencial de convertirse en un desastre.
El escenario estaba listo para el desastre en Pudding Lane, una pequeña calle en el corazón de la ciudad. Allí, en la panadería de Thomas Farriner, comenzó un fuego que pronto se saldría de control. Aunque parezca increíble, este pequeño fuego en una panadería no solo cambiaría la ciudad de Londres, sino que también tendría un impacto duradero en la forma en que pensamos sobre la prevención de incendios y la planificación urbana.
2. El inicio del fuego
La noche del 2 de septiembre de 1666, la ciudad de Londres se encontraba en una calma engañosa. En la panadería de Thomas Farynor en Pudding Lane, el horno aún desprendía un calor residual después de un día de trabajo. Sin embargo, una chispa rebelde decidió desafiar el orden establecido. Saltó del horno y encontró un hogar en un rincón lleno de paja seca y madera1. En un abrir y cerrar de ojos, la panadería se iluminó con un fuego naranja.
Los intentos iniciales de apagar el fuego fueron desesperados pero inútiles. Los baldes de agua parecían evaporarse al contacto con las llamas, y el fuego, alimentado por el viento y la madera seca de las casas, comenzó a propagarse con una velocidad aterradora. A pesar de los esfuerzos, el fuego se extendió rápidamente, y para cuando el alcalde de Londres ordenó las demoliciones a gran escala para crear cortafuegos, el viento ya había convertido el fuego en una tormenta ígnea que superó tales medidas.
3. El incendio se descontrola
El fuego, como un monstruo hambriento, devoró casa tras casa, calle tras calle. Las llamas, altas como montañas, iluminaban la noche, convirtiendo la oscuridad en un día infernal. El cielo se llenó de un humo espeso y negro que ahogaba la ciudad.
Los ciudadanos de Londres, junto con los bomberos, lucharon valientemente contra el incendio. Formaron cadenas humanas para pasar baldes de agua, derribaron casas para crear cortafuegos y rezaron por un milagro. Pero el fuego era implacable. Durante cuatro largos días y noches, el Gran Incendio de Londres rugió, cambiando para siempre el rostro de la ciudad.
El fuego se extendió por la mayor parte de la ciudad, destruyó la catedral gótica de San Pablo y pasó el río Fleet que protegía a la corte real en Whitehall. A pesar de los esfuerzos coordinados para combatir el incendio, la devastación fue inmensa. Se estima que destruyó las casas de 70,000 de los 80,000 habitantes de la ciudad.
El fin del incendio pudo haber sido por dos factores: se detuvieron los fuertes vientos del este y la guarnición de la Torre de Londres usó pólvora para crear cortafuegos efectivos y detener la extensión adicional del fuego hacia el este. A pesar de la destrucción, el número de muertos es desconocido, pero tradicionalmente se pensó que era relativamente pequeño, ya que solo se registraron seis muertes verificadas.
4. El impacto del incendio
El Gran Incendio de Londres dejó una huella imborrable en la ciudad y en las vidas de sus habitantes. Las llamas, en su implacable avance, destruyeron cuatrocientas calles y 13,000 viviendas, dejando a su paso miles de damnificados, sobre todo entre los más pobres. Destruyó 13,200 casas, 87 iglesias parroquiales, la catedral de San Pablo y la mayoría de los edificios de las autoridades de la ciudad. Se estima que destruyó las casas de 70,000 de los 80,000 habitantes de la ciudad.
Las experiencias personales de muchos londinenses durante el incendio se vislumbran en cartas y memorias. Durante los primeros dos días, pocas personas tenían la intención de huir de la Ciudad en llamas, y se dedicaban a llevar sus pertenencias a lugares seguros cercanos, en muchos casos la iglesia o el recinto de la Catedral de St.Paul, con la intención de volver a sus hogares unas horas más tarde.
5. Reconstrucción y cambio
Después del gran incendio, Londres se embarcó en un proceso de reconstrucción y remodelación que transformó por completo la ciudad. Se diseñaron calles más amplias y se utilizaron materiales más resistentes para las construcciones, como el ladrillo y la piedra. Un decreto real detuvo la construcción hasta que se emitieran nuevas regulaciones. El Acta de Reconstrucción de 1667 tuvo como objetivo eliminar los riesgos que habían ayudado al fuego a tomar el control y dispuso restricciones para los pisos superiores, para que no sobresalieran de las plantas inferiores.
La reconstrucción de la ciudad fue encargada al arquitecto Christopher Wren, quien también reconstruyó la Catedral de San Pablo inspirándose en la basílica de San Pedro. Tomaría 50 años reconstruir la ciudad.
Reflexión final
El Gran Incendio de Londres fue una tragedia que devastó la ciudad, pero también fue un punto de inflexión que llevó a importantes cambios urbanísticos y de seguridad. A través de la reconstrucción, Londres emergió como una ciudad más moderna y resiliente. Este evento dejó una huella imborrable en la historia de la ciudad. La ciudad que conocemos hoy es, en muchos aspectos, el resultado de las lecciones aprendidas de esa catástrofe. El incendio cambió Londres, pero también mostró la resiliencia y la capacidad de adaptación de sus habitantes. A pesar de la devastación, Londres se levantó de las cenizas, más fuerte y más grandiosa que nunca.
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