7 Curiosidades curiosas que poca gente conoce (Parte 8)

Descubre 7 curiosidades que desafían tu lógica: desde el origen del Chop Suey y el estornudo solar (ACHOO) hasta el peligro del pomelo con medicamentos.

DATOS CURIOSOS

10/21/20254 min read

7 Curiosidades curiosas que poca gente conoce (Parte 8)

¿Crees que el "Arroz tres delicias" es un pilar milenario de la cocina china? ¿Piensas que tu cuerpo actúa siempre de forma lógica? Casi todo lo que damos por sentado sobre nuestra comida, nuestro cuerpo o la física, esconde un secreto. El mundo está lleno de detalles asombrosos que desafían la lógica. Aquí tienes 7 curiosidades reales que te harán ver tu día a día con otros ojos. Prepárate para el "clic" mental.

1. El Chop Suey y el Arroz Tres Delicias no son platos de China

Es un pilar de cualquier restaurante chino en Occidente, pero si pides un "Chop Suey" en Pekín, es probable que no sepan de qué hablas. Este plato, cuyo nombre deriva del cantonés tsap seui ("restos mezclados"), es en realidad una invención chino-estadounidense. Nació a finales del siglo XIX en ciudades como San Francisco, creado por inmigrantes que adaptaron sus técnicas de salteado al paladar occidental y, sobre todo, a los ingredientes que tenían disponibles, como el apio.

Lo mismo ocurre con el "Arroz tres delicias". Aunque en China existen innumerables variantes de arroz frito (como el Yangzhou chaofan), la versión estandarizada que conocemos —con guisantes, zanahoria y trocitos de jamón york— es una simplificación occidental diseñada para el menú del día, no un plato tradicional milenario.

2. El "estornudo solar" es un cruce de cables en tu cerebro

Si eres de los que estornuda sin control justo al salir de un túnel o al mirar una luz brillante, no eres el único. Se trata de un rasgo genético conocido como "reflejo de estornudo fótico", que afecta a entre el 18% y el 35% de la población. Su nombre técnico es el curioso acrónimo de Síndrome ACHOO (Estallido Helio-Oftálmico Compulsivo Autosómico Dominante).

La teoría más aceptada es que se trata de un "cruce de cables" en el cráneo. El nervio óptico (que transmite la señal de luz) y el nervio trigémino (que controla las sensaciones faciales, incluido el picor nasal) viajan muy juntos. Cuando el nervio óptico se sobreestimula por un fogonazo de luz, la intensa señal eléctrica "salpica" y activa por error al trigémino. El cerebro interpreta esta falsa alarma como una irritación nasal y dispara el estornudo.

3. No puedes doblar un papel más de 7 veces por culpa de las matemáticas

Es el reto clásico que siempre acaba en frustración. Coge un folio A4 e intenta doblarlo por la mitad. Llegarás a seis, quizás siete pliegues, pero el octavo es físicamente imposible. No es una cuestión de fuerza, sino de crecimiento exponencial. Un folio estándar tiene apenas 0.1 mm de grosor, pero ese grosor se duplica con cada pliegue. Tras solo siete dobleces, el grosor es el de 128 folios apilados (más de 1.2 cm).

Pero el grosor no es el único problema; la superficie se reduce a la mitad cada vez. Al séptimo pliegue, ya no estás doblando una hoja, sino un pequeño bloque rígido y grueso. La tensión del material en las curvas se vuelve inmanejable. El récord mundial es de 12 dobleces, pero se logró usando un finísimo rollo de papel higiénico de 1.2 kilómetros de longitud.

4. El pomelo puede convertir tus medicinas en una sobredosis

El aviso en los prospectos de muchos medicamentos contra el colesterol o la hipertensión es rotundo: "No tomar con zumo de pomelo". Y es mortalmente serio. Esta fruta contiene unas sustancias químicas, llamadas furanocumarinas, que sabotean el metabolismo humano. Nuestro intestino usa una enzima clave (la CYP3A4) para descomponer y neutralizar más del 50% de los fármacos que existen.

El pomelo bloquea esa enzima. Al hacerlo, el medicamento no se metaboliza y pasa íntegro al torrente sanguíneo, multiplicando su concentración. Tomar una pastilla con un vaso de zumo de pomelo puede ser equivalente a tomarse cinco o diez pastillas de golpe, provocando una peligrosa sobredosis con una dosis terapéutica normal.

5. Las semillas de manzana sí tienen cianuro, pero no vas a morir

"Cuidado, las semillas de manzana son venenosas". Es un dato cierto, pero engañoso. Las semillas de manzanas, peras, albaricoques o cerezas contienen amigdalina, un compuesto que, al ser masticado y digerido, libera cianuro de hidrógeno. El cianuro es, en efecto, un veneno fulminante.

Sin embargo, la clave, como siempre, está en la dosis. La cantidad de amigdalina en una semilla es minúscula. Para que un adulto promedio sufriera una intoxicación grave, necesitaría ingerir unas 150 o 200 semillas, perfectamente trituradas (si te las tragas enteras, la dura cáscara protectora las hace pasar por tu sistema sin liberar nada). Tendrías que comerte intencionadamente el corazón de 20 manzanas para empezar a tener un problema.

6. Nos gusta el olor a gasolina por química y nostalgia

Es un placer culpable universal. El olor punzante de una gasolinera nos resulta extrañamente agradable. Hay dos razones para ello. La primera es química: la gasolina contiene benceno, un hidrocarburo que tiene un olor dulzón y, además, un leve efecto supresor del sistema nervioso. En dosis bajas, provoca una sutil sensación de euforia que el cerebro registra como placentera.

La segunda razón es psicológica, el llamado "Efecto Proust". El olfato es el sentido más primitivo y el que está conectado de forma más directa con el sistema límbico, el centro de la memoria y la emoción del cerebro. Para muchas personas, ese olor está anclado a recuerdos positivos potentes: los viajes de verano en coche con la familia, la aventura de una excursión en moto o la nostalgia de la infancia.

7. La palabra "opositar" significa "luchar contra" los demás

A menudo usamos la palabra "opositar" sin pensar en su lógica. Si alguien quiere unirse a la administración, ¿por qué decimos que se "opone"? ¿A quién se opone? La clave está en la raíz latina opponere, que significa "poner en contra" o "contraponer".

Una oposición no es un simple examen, es una competición por un número limitado de plazas. El opositor no se opone al sistema, sino que "se coloca en contra" del resto de aspirantes. Además, "contrapone" su conocimiento al juicio del tribunal para ser evaluado. Es una palabra que, en su etimología, conserva la tensión y la naturaleza combativa de la prueba.

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