7 Curiosidades curiosas que poca gente conoce (Parte 7)

¿Sabías que el kétchup fue una medicina o que el Bluetooth es vikingo? Descubre 7 curiosidades curiosas y hechos sorprendentes que muy poca gente conoce....

DATOS CURIOSOS

9/23/20255 min read

7 Curiosidades curiosas que poca gente conoce (Parte 7)

¿Sabías que el kétchup que usas en tus patatas fritas fue una medicina? ¿O que tu móvil esconde un homenaje a un rey vikingo? El mundo está lleno de detalles asombrosos que a menudo pasamos por alto. Aquí tienes 7 curiosidades reales que desafían la lógica y te harán ver la historia, la ciencia y la tecnología con otros ojos. Prepárate para que tu cerebro haga "clic".

1. El kétchup se vendía en pastillas como remedio medicinal

Antes de convertirse en el rey de los condimentos, el kétchup tuvo un pasado farmacéutico. En la década de 1830 en Estados Unidos, se popularizó la idea de que los tomates tenían propiedades curativas para dolencias como la indigestión, la diarrea o el reumatismo. Un médico llamado John Cooke Bennet aprovechó esta creencia y empezó a comercializar el concentrado de tomate en forma de píldoras, vendiéndolas como un remedio universal.

Hoy nos parece una locura, pero en aquella época fue un auténtico éxito de ventas. El "kétchup medicinal" desapareció cuando se demostró que sus supuestos beneficios eran falsos y proliferaron imitaciones de baja calidad. Es un giro irónico de la historia que una "medicina fallida" acabara convirtiéndose en una de las salsas más famosas del planeta.

2. La guerra más corta de la historia duró menos que un partido de fútbol

Olvídate de conflictos que duran años; la guerra más breve de la que se tiene constancia terminó en apenas 38 minutos. Ocurrió en 1896 entre el Reino Unido y el Sultanato de Zanzíbar (actual Tanzania). Tras la muerte del sultán pro-británico, su sucesor se negó a acatar las órdenes británicas, lo que provocó una respuesta militar inmediata y devastadora por parte de la Royal Navy.

El bombardeo comenzó a las 9:02 de la mañana y, para las 9:40, el palacio del sultán estaba en ruinas y la bandera de Zanzíbar había sido abatida. Este episodio, conocido como la Guerra Anglo-Zanzibariana, es un recordatorio brutal de la asimetría de poder durante la era colonial y demuestra que, a veces, los capítulos más decisivos de la historia se escriben en cuestión de minutos.

3. El animal nacional de Escocia es el unicornio

Mientras la mayoría de los países eligen animales reales como el águila o el león para representarlos, Escocia optó por la fantasía. Desde el siglo XV, su animal nacional es, oficialmente, el unicornio. Esta criatura mitológica, que en la tradición celta simboliza la pureza, la inocencia y el poder, fue adoptada por la monarquía escocesa como un símbolo de su orgullo y soberanía frente a su eterno rival, Inglaterra, cuyo emblema era el león.

Ver un unicornio en un escudo de armas o un pasaporte puede parecer sacado de un cuento de hadas, pero para Escocia es una declaración de intenciones. Es un guiño poético a su rica herencia de mitos y leyendas, y una prueba de que la identidad de una nación también se construye con los sueños y la imaginación.

4. Cleopatra vivió más cerca del primer iPhone que de las pirámides

Nuestra mente tiende a agrupar todo lo "antiguo" en una misma época lejana, pero la cronología es a veces sorprendente. La famosa reina Cleopatra VII (69-30 a.C.) vivió más cerca del lanzamiento del primer iPhone en 2007 (unos 2.037 años de diferencia) que de la construcción de la Gran Pirámide de Giza, finalizada alrededor del 2580 a.C. (unos 2.550 años antes de su nacimiento).

Este dato nos obliga a reajustar nuestra percepción de la historia. Cuando Cleopatra contemplaba las pirámides, para ella ya eran monumentos increíblemente antiguos, cargados de más de dos milenios de historia. Nos demuestra lo vasto que fue el Antiguo Egipto y lo relativamente reciente que es, en la gran línea temporal del planeta, el mundo que conocemos hoy.

5. El símbolo de Bluetooth es un homenaje a un rey vikingo

Cada vez que activas el Bluetooth de tu dispositivo, estás invocando, sin saberlo, a un rey escandinavo del siglo X. El nombre y el logo de esta tecnología se inspiran en Harald "Blåtand" Gormsson, conocido en inglés como Harald Bluetooth. Este rey fue famoso por unificar a las tribus danesas y noruegas, del mismo modo que la tecnología Bluetooth "unifica" y conecta diferentes dispositivos.

El icónico logo va un paso más allá: no es una "B" estilizada, sino la fusión de dos runas del alfabeto vikingo. Combina la runa "Hagall" (ᚼ), que representa la "H", y la runa "Bjarkan" (ᛒ), que representa la "B", las iniciales de Harald Bluetooth. Así, un pedazo de historia medieval vive oculto en uno de los símbolos más modernos de nuestro día a día.

6. Un día en Venus es más largo que un año en Venus

En la Tierra estamos acostumbrados a que un día sea una fracción diminuta de un año, pero en el cosmos las reglas son muy diferentes. Venus, nuestro planeta vecino, tiene un movimiento de rotación tan increíblemente lento que un solo día venusiano dura 243 días terrestres. Sin embargo, su órbita alrededor del Sol es más rápida: completa un año en tan solo 225 días terrestres.

Esta extraña danza cósmica significa que en Venus puedes celebrar tu cumpleaños antes de que haya terminado el día en que naciste. Es un fenómeno que desafía toda nuestra intuición y nos recuerda que nuestra experiencia del tiempo es solo una de las muchas posibilidades que ofrece el universo.

7. Los plátanos son bayas, pero las fresas no lo son

La botánica tiene sus propias reglas, y a menudo contradicen lo que aprendimos en la frutería. Según la definición científica, una baya es un fruto carnoso que se desarrolla a partir de un único ovario de una flor y contiene sus semillas en el interior. Bajo esta premisa, los plátanos, las uvas, los aguacates e incluso los tomates son, técnicamente, bayas.

Por el contrario, las fresas no encajan en esta categoría. Son lo que se conoce como un "fruto agregado accesorio", ya que la parte carnosa no proviene del ovario de la planta, sino del receptáculo que sostiene las flores. Las verdaderas frutas de la fresa son, en realidad, esos pequeños puntitos exteriores que llamamos semillas (aquenios). Un dato perfecto para sorprender a cualquiera en la próxima sobremesa.

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